lunes, 22 de julio de 2013

Petición al CULagos.

Dr. Armando Zacarías Castillo, rector del Centro Universitario de los Lagos.
Altos mandos administrativos, coordinadores, profesores, alumnos, achichincles, prestadores de servicio social y demás gente que labora día a día en las instalaciones de la universidad:

Soy egresada reciente de la Licenciatura en Psicología, ansiosa como muchos otros por probar la vida laboral y nerviosa por lo que me puede deparar la vida al salir de la zona conocida para encarar un mundo al cual no estoy acostumbrada del todo, no en una profesión, no en un espectro concreto de oportunidades basadas en las habilidades propias que truncan en alguna rama o en algún punto lo que quizás sea una aspiración. Hoy no busco fama, tampoco que me aclamen, lo único que busco es expresar por éste medio la necesidad de mejoras en el sistema de formación académica de nosotros los psicólogos, profesión igual de respetable que la de un ingeniero industrial, un médico, un mercadólogo o un administrador de empresas, pero quizás muchas veces encerrados en el cliché de que los psicólogos ayudamos única y exclusivamente a los demás a ser más felices y vivir mejor.

Vivimos al menos cuatro años de nuestra vida encerrados entre libros, cuadernos, anotaciones, estudio y teorías; nuestra formación universitaria se basa en largas lecturas que ayudan a entender mejor a los demás seres humanos. El principal foco de lucha del psicólogo es cambiar el estándar de percepción que se tiene sobre sí mismo, sobre sus habilidades, aptitudes y campo de trabajo; las personas estamos acostumbradas a pensar en un psicólogo como alguien que te escucha y da solución a tus problemas, quien "te quita el trauma", y muchas veces se minimiza a eso cualquier especialización que tenga el profesionista. Habemos psicólogos clínicos, educativos, sociales, laborales, de la educación especial, neuropsicólogos, todas éstas especializantes universitarias; la labor se extiende a mucho más: psicólogos del arte, del deporte, psicoterapeuta gestalt, humanista, psicoanalista... y al final todos terminamos siendo el mismo: "el loquero".

Basta del desprecio, merecemos reconocimiento y formación que vaya más allá del tallerista, consejero o conferencista.

Pido ya no para mí, sino para las personas que están por aventurarse en un camino por nosotros ya recorrido. Pido visión en la educación, innovación en las estrategias de enseñanza, actualización de los contenidos, estudios específicos de las poblaciones hacia las cuales finalmente serán dirigidos los servicios de CUALQUIER carrera ofrecida por el CULagos. Pido prácticas de lo aprendido, dinamismo, funcionalidad, acercamiento al mundo real aunque sea mínimamente, apertura de los espacios en los cuales realizar las prácticas profesionales, orientación específica y constante en medida de lo que sea necesario, y también volver obligatorio aquello que se vuelve cada vez más demandado en la realidad, como podría ser un segundo idioma, el manejo de Office, y la implementación de espacios que favorezcan el crecimiento académico personal.

A lo largo de la carrera, ganamos habilidades que deberían ser fortalecidas y no solamente tachadas como algo pasajero y necesario para acreditar las materias: sabemos de investigación, análisis de datos, análisis de resultados, elaboración de instrumentos de medición... y sin embargo nos vemos siempre reducidos al concepto por nosotros conocido como psicólogo clínico, a la terapia, al acompañamiento, cuando nuestros intereses, habilidades y aptitudes son variadas y van mucho más allá de lo que nos muestran en el programa de las materias. Muchas veces queremos saber más, queremos avanzar, salir al mundo y aplicar lo que hemos estado aprendiendo; muchas veces queremos que la universidad nos dé ese conocimiento que no somos capaces de adquirir con la experiencia en un mundo real, y que quizás no será del todo certero por el método de transmisión del mismo, pero que al menos nos dará una base firme sobre la cual nos podremos apoyar después... justo como nos dan la base firme de la entrevista, de la evaluación psicológica y de la intervención.

Yo, Aydee Márquez, manifiesto abiertamente mi sentimiento de frustración al verme ahora como una recién egresada, con conocimientos de muchas cosas pero a la vez con baches en los mismos y que sé que pude haber adquirido y practicado durante la universidad. Manifiesto que me siento perdida e inútil como profesionista, sintiendo que no he aprendido nada; manifiesto que me siento incompleta, y que mi afán de encontrar la completud en el conocimiento ahora por fuera de la universidad me lleva a la frustración de verme a mí misma en un punto donde no puedo avanzar porque simplemente no existe la oportunidad de un curso o diplomado que me ayude a mejorar, porque mis condiciones y lugar de residencia no da para más. Manifiesto que me siento triste al pensar que el conocimiento estuvo a la vuelta de la esquina o detrás de una puerta que no nos dejaron tocar porque "no aparecía en el programa" (pero sí aparecieron cosas repetitivas, inútiles y/u obsoletas)

Mi orgullo es ser U de G. Mi anhelo es ver que se puede poner cada vez más en alto el nombre de nuestra Institución. Quiero ver a la Universidad de Guadalajara crecer, aumentar el prestigio... y no solamente permanecer, existir, o que en un final fatídico termine siendo la Universidad indeseable de la nación.

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