jueves, 4 de abril de 2013

"Cuerpos ajenos y otras historias inesperadas"


A veces, por casualidad uno se puede encontrar ciertos libros en los lugares más inesperados. Fue lo que sucedió con éste título, el cual encontré abandonado en un librero de un Centro de Salud, y al cual decidí darle un poco más de vida al leerlo.

Admito que al principio, creí que se trataría de una mala novela cachondona (si, quedé un tanto traumada con los anteriores) y que además estaría aburrida a más no poder. Ciertamente, el título no me llamaba mucho la atención pero en un momento de aburrimiento en que cualquier cosa es buena menos estar en modo off viendo la vida pasar, comencé la lectura.
De antemano, no conozco al autor y jamás en la vida había escuchado de alguna de sus obras: Michael Marshall Smith. Descubrí después que es el mismo de un tal libro llamado "Clones" y del cual Steven Spielberg había pensado hacer una película (supongo que motivos tendrá para no haberla hecho). Tiempo después encontré en internet criticas bastante malas en cuanto a la calidad de su redacción y esas cosas que ahora no interesan mucho, sino más bien el libro.
"Cuerpos ajenos" está formado por varios cuentos, los cuales varían en extensión y en temática. El primer cuento, llamado "Mañana más" (título algo insípido) constituye el enganche perfecto para continuar con el libro y habla acerca de las curiosidades que se pueden encontrar en internet, que además se mezcla con algo de morbosidad en cuanto al sexo, secuestros y snuff que logra enganchar al lector de una manera espectacular ya que además de tratar un tema interesante, lo hace de manera sencilla y casi cotidiana, lo que provoca que la lectura sea mucho más fluida y digerible.
El resto de los cuentos, como decía, varían en cuanto a la temática, aunque se conserva un mismo estilo de escritura lo que lo hace un libro bastante consistente y entretenido. Debo admitir que los primeros cuentos son sumamente interesantes, entretenidos, digeribles, y tienen finales con los cuales nos quedamos con ganas de saber más acerca de la historia y la verdadera conclusión; es una especie de enigma que creo invitan al lector a imaginar (interactivo ¿no?).
En cuanto al estilo de redacción, el señor Michael utiliza en su mayoría la primera persona, lo que hace muy ligera la lectura. No usa palabras rebuscadas, ni metáforas estúpidas que confunden en cuanto a la imagen que quiere dar, sino que se apega a un estilo sencillo y agradable que incluso a mi me dio la impresión de que escribir es algo muy sencillo y cualquiera lo puede hacer.... (aunque, vamos, que dicen que eso es cierto... y si no, aquí estoy yo)
El problema de este libro: después de la mitad, las temáticas se empiezan a volver increíblemente repetitivas; el estilo lleno de sencillez y la primera persona me pareció demasiado, y es que quizás es más fácil imaginar en carne propia que en... ¿cuerpos ajenos?. Como sea, el hecho también de que todos los cuentos los dejara con un final a medias que era medio final y medio principio (como si recién estuviera introduciendo a la verdadera historia) me dejaba un mal sabor de boca, e incluso llegué a considerar dejar el libro a medias y leer otra cosa.
Sin embargo, me pareció que se trata de un buen libro para aquellas personas que estamos un poco bloqueadas en cuanto a la escritura, y es que a mi me dejó la idea de que en realidad ser escritor es arriesgarse a escribir de ideas estúpidas o disparatadas sin que nos importe... y es que precisamente la literatura es para crear universos nuevos, porque del que existe ya se ha hablado mucho.